Un espacio cardioprotegido es aquel que cuenta con desfibriladores externos semiautomáticos de fácil acceso para lograr la desfibrilación antes que hayan transcurrido el tiempo máximo recomendable desde que ha ocurrido el paro cardiaco.
La cardioprotección es vital y todos los centros educativos deberían disponer de un desfibrilador y profesorado con conocimientos en reanimación. Las cardiopatías al igual que las intolerancias alimenticias crecen y por desgracia son difíciles de detectar y en algunos casos se detectan cuando la situación es dramática. Por tanto, actuar con un desfibrilador en los primeros 5 minutos aumenta la supervivencia en más de un 70%, y a partir de los 7 u 8 minutos si no se actúa no hay posibilidad de salvar una vida, las emergencias son muy rápidas, pero no lo suficiente para llegar en tan poco tiempo.
Pueden ser espacios cardioprotegidos la práctica totalidad de los sectores de actividad y así lo ha hecho el colegio público La Condomina de Alicante. Ha formado a sus profesores en las técnicas de reanimación cardiopulmonar y manejo de uno de nuestros desfibriladores.
¡Enhorabuena y a seguir apostando por la formación!